jueves, 27 de octubre de 2011

REUNION DE LOS MATERNALES

Estimados Representantes:
En la reunión realizada el pasado lunes 24 de los corrientes, se analizó el artículo que se anexa y con la presencia de la Psicopedagoga y una Psicóloga se disiparon las dudas, inquietudes y angustias propias de la edad hasta los 3 años.....Los invitamos a que lo lean y puedan comprender que es normal en estos Maternales.....
Mordiscos y Arañazos en el colegio.
Hasta los tres años a los niños les cuesta compartir con otros niños, y cuando inician el Preescolar.
Estas actuaciones no quieren decir que tu hijo sea malo, ya que él no percibe lo erróneo de sus actos. Simplemente quiere algo y hace lo que sea para obtenerlo, aunque tenga que pegarle a un compañero de clase. No siempre es este el motivo: llegarán muchos días con arañazos y marcas de dientes.
-Por sobreprotección: nunca le han negado nada y cree que en todas partes es igual.
-Por exceso de emoción, cariño o alegría.
-Por ausencia del lenguaje oral: aún no sabe hablar y comunicarse mediante la palabra, por lo que su manera de mostrar rechazo, frustración o deseo es mediante la agresión.
Por problemas en la dentición.
-Por costumbre: si cuando es muy pequeño le reímos la gracia, al crecer no entenderá que es no gracioso.
¿QUE HACER?
1-Hacerle entender que lo que ha hecho no está bien.
2-Dile no en un tono calmado, pero firme y con desaprobación.
3-Nunca le digas “eres un niño malo”, lo que está mal es su acción y hay que hacérselo ver.
4-Dale 5 minutos sin jugar, para que vea que las acciones malas tienen consecuencias.
5-Enseñalo a mostrar sus emociones.
6-Piensa en las situaciones que propician los mordiscos y arañazos.
7-Observalo y sus reacciones, y retirarlo si se prevé que va a empezar a morder.
8-No jugar a darle mordiscos, aunque sean cariñosos.
9-Decirle al niño que muerde: “no se muerde hace daño”.
Las peleas y mordiscos son típicos en niños de 1-2 años, pues están en plena fase oral, y los dientes se convierten en un recurso privilegiado para mostrar excitación, reclamar atención defenderse, mostrar enojo o aburrimiento.
El tener que compartir los espacios o juguetes con otros pequeños o la atención de los adultos, puede iniciar los mordiscos.
Apoyo: Revista “bebés y embarazo”
Recopilación Mariela Morales

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